A Festa dos Maios
es quizás una de las pocas tradiciones paganas que sobreviven en la comarca de
El Bierzo y que también forma parte de mi primera novela Amanece sobre Londres. Es una festividad que hunde sus
raíces en los ritos de fertilidad que se practicaban en numerosos lugares
durante el equinoccio de primavera. La fecha ha ido cambiando con el paso de
los años, pero básicamente el ritual ha perdurado intacto.
Se trata de celebrar
la llegada de la primavera mediante un ritual de petición a los espíritus
vegetales, para que favorezcan la fertilidad del lugar. Ese día, temprano, los
mozos de la villa se dirigen al bosque a cortar las ramas de cañaveiras para
vestir al Mayo; que es el nombre que reciben los niños que son cubiertos con ellas.
A las doce en punto del mediodía desfilan desde varios puntos de la villa,
formando maiadas, hasta encontrarse en la plaza. Durante el trayecto los tumban
y los levantan como metáfora de la llegada a su fin del invierno y el renacer
de la primavera. Mientras desfilan, entonan una canción a las mujeres de los
balcones y dependiendo de si hay recompensa o no, por lo general castañas o
nueces, cantan una estrofa u otra.
Marzo
airoso abril chuvisnoso,
sacan o maio florido y hermoso…
Entra maio con sus flores, sale abril con sus amores…
Tire castañas señora María, tire castañas que ten na
cociña…
Esta casa é de losa, onde vive unha roñosa.
Esta casa é de cristal, onde vive un xeneral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario