Un blog para presentaros mi primera novela y compartir mis opiniones, experiencias e inquietudes con vosotros. Amanece sobre Londres relata dos historias paralelas en el tiempo, una en el siglo IV y otra en la actualidad contra un mismo enemigo: Luzbel. El destino de sus personajes se decidirá antes de la salida del sol, tras una frenética carrera a través de las calles de la capital británica.

 

miércoles, 13 de agosto de 2014

Villafranca del Bierzo


Jacobo, Tony, Andrea… Son algunos de los protagonistas de Amanece sobre Londres. Tienen en común que juntos descubrirán la comarca de El Bierzo de la mano de un anciano médico guardián de un antiquísimo arcano. A modo de guía espiritual, hundirán las raíces en el pasado de un antiguo enclave sito en pleno Camino de Santiago. Villafranca del Bierzo.
Esta hermosa población tiene la singularidad de ser el único lugar en todo el camino donde puedes conseguir la indulgencia plenaria, a parte claro está, de la Catedral de Santiago. Sólo las personas enfermas o accidentadas podrán ganar el Jubileo en la Iglesia de Santiago, donde su Puerta del Perdón únicamente se abre los años santos.
Esta pequeña iglesia posee además otros muchos encantos… para el que tenga ojos para ver. El no iniciado no logrará atisbar toda la simbología oculta que muestra el templo, relacionada con el esoterismo que envuelve el camino en su lento discurrir por la península. No iba a ser menos en un enclave donde, a través de fraguas olvidadas en el devenir del tiempo, se inicia una senda de fuego hasta Campo del Agua, en plenos Ancares. En este lugar, los antiguos moradores de estas tierras rendían culto a sus deidades dejando una impronta de misticismo en la región.
Muchas personas cometen el error de pensar que esta villa fue fundada por los francos, pero la realidad fue diferente. Dña Urraca, varios siglos atrás y tras un encontronazo con las autoridades locales que no la reconocieron, eliminó su portazgo. Villa franca de impuestos. Por supuesto en el imaginario popular también existen otras leyendas, como que sus fundadores llegaron en un carro tirado por bueyes blancos. Sea como fuere, Villafranca del Bierzo hunde sus raíces en la Edad del Bronce (Recomendable una visita al museo de los Padres Paules) y ha sido testigo mudo de diferentes batallas. Señorío y posteriormente marquesado, llegó a su culmen en el siglo XIX cuando se convierte en capital de la recién creada Provincia del Vierzo aunque eso sí, de duración efímera.
Su rica historia nos ha dejado también un conglomerado artístico y cultural sin parangón. Desde su Colegiata hasta las obras del pintor flamenco Paul Bril en el Convento de La Anunciada, pasando por las iglesias de San Francisco o San Nicolás. Su castillo, la Calle de los Tejedores y la del Agua nos trasportaran a épocas pasadas, siendo en esta última calle donde nació Enrique Gil y Carrasco, escritor berciano por antonomasia.

En definitiva Villafranca es el lugar idóneo para establecer el centro de operaciones de cara a  disfrutar de una visita a El Bierzo y por qué no, también de su gastronomía. Quién sabe si conversando con sus gentes, descubrirás algún antiguo misterio de la zona… De momento y para saciar vuestra curiosidad, en la novela desgranaré algunos.

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