Un blog para presentaros mi primera novela y compartir mis opiniones, experiencias e inquietudes con vosotros. Amanece sobre Londres relata dos historias paralelas en el tiempo, una en el siglo IV y otra en la actualidad contra un mismo enemigo: Luzbel. El destino de sus personajes se decidirá antes de la salida del sol, tras una frenética carrera a través de las calles de la capital británica.

 

martes, 2 de septiembre de 2014

Lucy

Recientemente he acudido al cine a ver la nueva película de Scarlett Johansson y Morgan Freeman: Lucy. Antes de nada os avanzo que no hay ningún spoiler, es más, lo interesante está concentrado en su tráiler; el cual podéis visualizar al final de la entrada.
Es una pena que una película que prometía mucho finalmente se quede en agua de borrajas empezando por los actores. Voy a perdonar a Scarlett por motivos obvios, pero lo del Sr. Freeman ya es escandaloso. Por poner un ejemplo, si me ponen un corte de Lucy o Transcendence en el que aparezca, no sé si sería capaz de diferenciar al personaje.  Pero bueno, no pretendo ser ahora un experto crítico de cine.
Lo que realmente me llamó la atención es cómo los guionistas erran de lleno a la hora de elegir la trama principal sobre la que se articula el film, por no hablar de la cantidad de clichés que utilizan para darle una falsa consistencia que a veces consigue engañar al espectador, consiguiendo que este se sumerja en diferentes divagaciones de corte transcendental.
Retomando el hilo, la protagonista es utilizada como mula para transportar una nueva droga de diseño con la cual se intoxica. Esto provoca que su capacidad cerebral aumente rápidamente hasta el 100%. Y es aquí cuando llega el desliz, en el momento en el que el personaje de Morgan Freeman sube al estrado de una concurrida aula y asegura que solo utilizamos un 10% de nuestra capacidad cerebral.  Por supuesto, al igual que en Amanece sobre Londres, cada uno es libre de articular una trama de la forma que estime oportuno, que para eso son obras de ficción; pero quería llamar la atención en cómo la gente es propensa a creer en la pseudociencia, tal y como expliqué en una entrada anterior.
La realidad es que utilizamos el 100% de nuestro cerebro. Lo del 10% es tan solo un mito que la gente ha asimilado como verdadero, pues solo hay que ver las consecuencias de que una pequeña zona resulte dañada. Lo que sí es cierto es que no sabemos ni la forma ni el modo en que funciona nuestro cerebro. A pesar de los avances tecnológicos, considero que es el único órgano que escapa todavía al conocimiento de la ciencia y que puede que este no llegue a un mísero 1%. No sé si en un futuro seremos capaces de desarrollar las habilidades de la protagonista de la película o de Tomás, uno de los protagonistas de la novela. Puede que debido a la evolución, dentro de unos cuantos millones de años, se den las debidas mutaciones que nos permitan desarrollar destrezas hasta ahora solo imaginables en un mundo cuántico. O puede que la ciencia nos posibilite en tan solo unas décadas poseer supercerebros con ayuda de la nanotecnología. Sea como fuere, no nos queda más remedio que asumir nuestras limitaciones en un universo, que a pesar de nuestra propia idiosincrasia, de momento nos sigue quedando muy grande. Mientras tanto podemos dejar volar la imaginación gracias a directores, actores, artistas en general y escritores, en algunos casos nóveles como yo, que simplemente buscan hacer pasar un rato ameno.


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